Una de las experiencias más increíbles de los últimos días me la di en Cartagena, en un restaurante fiestero, emocionante y único; un restaurante de la vieja y de la nueva escuela: su nombre es Candé.
Mientras sirven los mejores platos de su tierra te bailan cumbias, puyas y bullerengues entre las mesas y te ponen el alma a parrandiá. Es emocionante, es grandioso, es un carnaval de sabores y gustos ¿cómo es posible que no lo conociera de antes? Hoy, uno de mis favoritos en toda la ciudad.
Adentro, al fondo, por los bordillos del patio sus aires a humo de bijao, a comino y ajo remojao te ponen a temblá… y entonces llega la arenquita y su plato pa’ requemá: 3 pescaitos frescos, fresquitos, elegidos en Bazurto y traídos hasta la Calle del Estanco del Tabaco. Te los dejan en una enclenque parrillita con su guiso y sus patacones pa’ remontá. Y el bendito pescaito te lo comes de la cabeza a la cola, completico, sin siquiera las espinas espiná. Parece un chicharroncito de lo crocante que se desbarata en la boca. Bendita cosa diferente, sabrosa y deliciosa.
Y luego la cazuela, o el cazuelón especito, colorao; en su leche e’ coco y su guiso de abuelita: ajíes dulces, comino, cebollín, achiote y ajo; y todo lo cartagenero que te puedas encontrá: camarón, langostino, caracol, calamar y un negro mejillón. Todo requintao con una “tronco” de cola de langosta carnuda pa’ martillá.
Y siguió el baile, el de las bailaoras y sus platos: su pargo frito (con 600g); y la posta cartagenera con su apretao acidulzón de verdá verdá; y un trío de seviches y sus arroces de coco blanquitos (sin titoté pa’ caramelizá); y los patacones de plátano popocho… que pocos son tan suaves, que pocos son tan deliciosos.
Además de eso el servicio de Candé es un lujo y un placé. Es Perfecto, es IMPRESIONANTE: estas hermosas mujeres no te atienden, te saben cortejar. Un restaurante que me da orgullo y alegría recomendá.
Candé
Carrera 10 # 39 – 02, Calle de la Serrezuela